¿Cómo afecta el alcohol a tu audición?

Es posible que hayas leído en alguna parte que el alcohol puede provocar pérdida de audición.

Si bien, a grandes rasgos, en la mayoría de los casos eso sería una exageración, el consumo moderado, por lo general, no te dejará sordo.

¿Puede el alcohol causar pérdida de audición?

El alcohol tiene algunos efectos bien documentados en el cerebro humano y estos pueden tener un impacto en la audición de las personas.

Según un estudio de un equipo de investigadores en la Universidad de Ulm de Alemania, cuando bebes regularmente durante largos períodos, el alcohol puede dañar la parte del cerebro que procesa las señales auditivas: la corteza auditiva central.

Cuando midieron la fuerza de los «potenciales evocados auditivos del tronco encefálico» en personas que registraron diferentes niveles de consumo de alcohol, los resultados fueron alarmantes.

Se encontró que la «latencia», es decir, la velocidad de respuesta de los grandes bebedores de alcohol se correlaciona con una audición deficiente; lo que indica que beber, definitivamente, tiene consecuencias peligrosas para el tronco cerebral.

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¿Qué cantidad de alcohol es seguro ingerir y qué causa la pérdida de audición?

Los investigadores de Ulm no tenían nada que decir aquí, y todavía estamos un poco inseguros.

Algunos dicen que el consumo regular de alcohol tiene efectos que se «acumulan» con el tiempo, mientras que otros consideran que el consumo abusivo de alcohol en exceso es el culpable.

Pero lo que es seguro es que, el alcohol y la pérdida de audición, van juntos.

Otros estudios han analizado en detalle estas preguntas y los resultados son interesantes (y un poco preocupantes si bebes mucho).

Recuerda que tus oídos contienen enormes concentraciones de pelos muy finos que generan impulsos nerviosos cuando vibran y envían estas señales eléctricas al cerebro.

La investigación ha encontrado que el alcohol tiene un efecto en estos pelos cruciales y es este proceso el que daña la audición de los bebedores.

Lo que parece estar sucediendo es que beber crea un ambiente «tóxico» para estos pelos, debilitándolos y causando que fallen.

A medida que mueren, no son reemplazados por el cuerpo como con muchos tipos de cabello.

En su lugar, simplemente dejan de trabajar y la audición del individuo se degrada gradualmente.

Los efectos parecen girar más alrededor de la audición de baja frecuencia.

Es posible que haya encontrado esto en bares concurridos donde después de algunos daiquiris se ha vuelto más difícil elegir conversaciones.

En realidad, hay un término para esto: efecto de fiesta de cóctel. Generalmente se refiere a la sordera temporal inducida por el alcohol.

Sin embargo, se está apreciando que este efecto puede llegar ser más duradero y más perjudicial que unas pocas horas de mala audición.

Nuevamente no es útil exagerar, pero beber de forma sostenida parece que puede acabar afectando a los pelos de los oídos y, como puedes deducir, no para bien.

Beber conduce a comportamientos peligrosos

Los efectos dañinos del alcohol en la audición no se limitan a los procesos físicos y biológicos.

Cuando bebemos en exceso, las partes de nuestro cerebro que nos ayudan a calcular los riesgos dejan de funcionar correctamente.

Hacemos cosas que normalmente no haríamos, y con frecuencia este comportamiento puede ser malo para nuestros oídos.

Por ejemplo, si experimentas efecto de fiesta de cóctel en un bar ruidoso, con música en auge; ¿es probable que salgas a la calle, encuentres un rincón tranquilo o continúes tu conversación?

Y, si estás en un club nocturno o en un local de música ¿vas a racionar tu exposición a ruidos fuertes? Probablemente no.

Y eso es antes de exponerse a otros riesgos como los accidentes derivados del consumo de alcohol.

La ingesta de alcohol puede causar tinnitus

Los tinnitus o acúfenos es otra queja común entre los bebedores pesados. Aunque no es tan grave como los otros temas de los que hemos estado hablando, sí puede ser increíblemente molesto.

El vínculo entre la bebida y el zumbido en los oídos está bastante bien establecido.

Cuando bebemos, los vasos sanguíneos alrededor de nuestras orejas se expanden. Como consecuencia, más sangre fluye a nuestros oídos y es este flujo de sangre el que causa la confusión cuando bebemos.

Irónicamente, muchas personas que los padecen responden a la irritación causada por la afección con un mayor consumo de alcohol, lo que crea un circuito de retroalimentación perjudicial.

Si todo esto te suena familiar, hay soluciones que son mucho menos peligrosas para tu salud, incluidos los audífonos especializados, así que no se automediques.

Beber de forma segura para minimizar los riesgos

Antes de dejar de beber por completo para proteger tu audición, relájate.

El 70% de los estadounidenses bebe regularmente y de esa cantidad, el 70% no se ven afectados por la pérdida de audición.

El problema es cómo combinar la bebida social con un comportamiento seguro.

El primer paso es entender los riesgos involucrados y limitar tu exposición al exceso de alcohol y ruido al mismo tiempo.

Evádete después de estar unas horas en ambientes ruidosos y sé consciente de molestias como el tinnitus o el mareo, que también es otro problema relacionado con el oído interno.

Lo importante es moderar siempre el consumo de alcohol y buscar ayuda profesional si surgiesen problemas.

El número en realidad está alrededor del 15%, así que claramente no todos los que beben arruinarán su audición.